martes, 23 de septiembre de 2008

Pregonda, Algaiarencs y Morell...

Amanece. Comienza el lunes 15 de setiembre.
Es la primera noche que he estado sólo en este paseo por Menorca. La noche ha sido muy tranquila, con visitas de alguna de las muchas cabras que viven cerca del faro de Caballería. Tengo a pocos metros de mi un enorme charco producido por las fuertes lluvias de días anteriores. Ese charco sirve de abrevadero a las cabras que aprovechan los primeros rayos de sol para saciar su sed. Poco a poco vencen el miedo de ese animal extraño multicolor que yace tendido cerca del charco. Se acercan en buen número y alguna incluso, excesivamente curiosa, se atreve a acercarse a mi.

Son las siete de la mañana y me pongo en marcha. Desayuno tranquilamente y preparo todo el material. Enciendo el miniportátil y, habiendo escasa cobertura, consulto las previsiones meteorológicas. Aquí en la isla, windguru.com, es una fuente apropiada para consultar la previsión según Teresa de Menorca en kayak.

Será el primer día que navego en solitario. La previsión indica viento de norte, fuerza 4-5 Beaufort con alguna racha de fuerza 6. Para salir en estas condiciones hay que sentirse muy tranquilo navegando con viento y mar de fondo. Debe haberse navegado en esas condiciones a menudo anteriormente.

En cala Viola de Ponent, donde estoy, la orilla parece una sopa de gelatina. Estoy solo y debo arrastrar la piragua, bastante cargada, hasta un punto donde pueda partir. Para llegar a ese punto, no me queda más remedio que meter las piernas en esa sopa. Toca hacer un acto de fe! :) Llevo encima la crema solar antimedusas de una conocida marca. Será una prueba emocionante. Un ejercicio de confianza ciega, que finaliza... con éxito! Mis piernas apartan la densidad gelatinosa... sin sufrir ni tan siquiera el ataque de un dardo medusero...

Empiezo a navegar y en pocos minutos vislumbro la torre de Sanitja y el puerto del mismo nombre. Aquí una foto de la torre.



El viento va en aumento. El mar de fondo también. Me dirijo hacia cala Pregonda, una de las calas preferidas de Nolo, con intención de adentrarme en la misma y disfrutar un buen rato del lugar. De camino, saludo a un buen número de cormoranes que no parecen asustarse al verme pasar a su lado.



El mar me atiza por estribor. El sol me pega por babor. Pero el mar de fondo, ligeramente de popa, me ayuda a avanzar con comodidad y rapidez. En poco más de una hora estoy delante de cala Pregonda.



En cala Pregonda hay que ir con cuidado. Sobre todo, con viento del norte. Hace ya algunos meses, hubo aquí un incidente importante en el que varias piraguas acabaron dobladas y alguno acabó con un buen susto en el cuerpo. Después de acercarme y ver el rompiente de las olas, decido no entrar y poner proa hacia las islas Bledes. Más tarde, Carles, me comentaría que en esa situación de viento norte, la cala es accesible por un pequeño paso a la izquierda de la gran roca que nos recibe en medio de la cala. Voy sólo y prefiero no arriesgarme.

Estoy cerca de la mayor de las islas Bledes. Observo el paso existente entre ella y la gran Menorca. Aprovecho para comer alguna cosa, un huesitos! que rico! Prefiero este tipo de barritas a cualquier otra amalgama energética. Me encanta el chocolate. Mientras como, observo el paso. Hay rompiente de olas, uhmmmmm, muy dura y desordenada. Decido no pasar por este paso y bordeo la mayor de las Bledes. El día siguiente, comentándolo con Josep, me dice que es uno de los puntos más peligrosos de la isla. El fondo allá es escasamente profundo y las olas cargan con fuerza.



El viento aumenta y la mar también. Para mí se ha convertido en una sensación muy gratificante y me siento seguro y tranquilo en esas condiciones. La Mar y yo, yo y la Mar, sensación y emoción cargada de pureza y simplicidad.

La fuerza 5 de viento se consolida y el mar de fondo me obliga a alejarme bastante de la costa. Las olas empiezan a romper de manera estruendosa a unos 50 metros de la costa y me obligan a pasar de largo por Cala'n Calderer, Cala El Pilar y superar Es Cap Gros con cierta distancia de seguridad. Me acerco a Algaiarencs y la entrada se muestra visualmente complicada, con alguna rompiente de ola justo a la entrada de la misma. Algunas rocas que muestran sus dientes cerquita de la superficie producen esas rompientes.

Identifico un corredor por donde entrar a la cala, en la que dispongo de dos opciones para desembarcar. Una, totalmente encarada a norte, donde algunos surfistas están disfrutando como locos :) La otra, con algo menos de oleaje, protegida por su orientación al oeste puro. Es la playa de Es Bot. Allá, tras un ligero surfeo desembarco y me dispongo a comer. Son las tres de la tarde. Una playa fantástica, mirad:



Aquí empiezo a preparar el almuerzo. Para mi sorpresa, veo aparecer a la pareja de Valencia! Miguel y Marta, que estando en la otra playa, me han visto aparecer y han venido a saludarme. Una grata sorpresa. Será aqui la última vez que los vea durante la travesía.

Después del merecido descanso, vuelvo al mar. El viento y la mar siguen igual. Debo llegar a Cala Morell ya que allá me encontraré con Nolo y Josep y una cena improvisada :) Nolo finalmente no podrá aparecer, pero Josep, acompañado de Raquel y la preciosa sonrisa de Marina acuden y comparten conmigo buena parte de la tarde-noche.

Cala Morell es un lugar fantástico. Aquí teneis el famoso "elefante" situado en la entrada de la cala.



El lugar es precioso, pero la humanidad, como siempre, hace un ejercicio de presencia extrema en el mismo, consiguiendo empobrecer esta maravilla cincelada por la naturaleza.

Yo me dispongo a descansar. Desde las alturas vigilo al guerrero, que descansa tras la larga lucha:



Mañana, será un dia tranquilo. He quedado con Josep en iniciar la marcha a... las cuatro de la tarde!!! Nos acompañará también Jose Luis, que contactó conmigo precisamente a través del blog y se animará a navegar el trayecto hasta Ciutadella.

Miraré de descansar y de disfrutar del lugar en el que me encuentro. Un merecido descanso!

Un saludo a todos :)

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