Dia 24. Hoy es el día!

Martes 28 de julio. Hoy es el día.

La previsión da vientos F3-4 NE amainando por la tarde y rolando al este. En Ibiza, el día siguiente es posible que me encuentre un poquito de sur F1-2 que no debería ser un inconveniente para acabar de llegar a Portinatx.

Decido salir a las siete de la tarde. Por la mañana, últimas compras en una naútica y en la ferretería. Comida rica en hidratos de carbono en el restaurante Miramar, cerquita también del hostal. La sobrasada con miel es un bocado exquisito! :) Al igual que el restaurant El Coche, tienen una relación calidad-precio más que buena.

Después toca relajarse y concentrarse un poquito. A las cinco de la tarde vendrá Pere Antoni para ayudarme con las bolsas de la compra y todo el material. Mi intención es salir a las siete de la tarde y, como siempre, peco de optimista. Finalmente mi salida se producirá a las 21.30h.

Antes tocaba vaciar por completo la piragua. Darle la vuelta y ver el estado de la misma.



Chequear todo lo que me llevo. Revisarlo todo. Ordenarlo todo obsesivamente (si si... soy un obseso de mi orden establecido...)



Mientras hago los preparativos, un montón de niños se preparan para salir al agua. Da gusto ver como Guigui trabaja con ellos. Aprovechamos para hacernos una foto.



Coloco las luces de posición y pruebo a ponerme una luz que llevaré en la cabeza. De repente me convierto en Lo puto Gusi Luz! jejeje... Pero el invento funciona, así que Lo Puto Gusi Luz se va para Ibiza.

Antes, dar las gracias a Pere Antoni, a Guigui, a Vicenç, a Guillem y a Toni. Gracias chicos!



Llega el momento. Guigui y compañia muestran una cara de cierta preocupación. No ven claro mi salto a Ibiza. Chicos! Lo del salto, es sobre todo una cuestión de coco! Nada más. Una cuestión de coco y de paciencia kilometrera... El salto será de unos 90km.

Parto y me despido de todos. También de la Dragonera.



Y recibo un saludo de la luna. Aunque mi pulso no la deja en buen lugar.



Empiezo a navegar... y algunas cosas no están como deberían. El compás debo acercarlo. Las luces de posición hacen un ruido enorme con el avance de la piragua. Unos chicos que se acercan a mi con una zodiac me ayudan a resolver lo del compás. Lo de las luces lo resuelvo más adelante... cuando ya estoy rodeado de la mayor oscuridad marina que podáis imaginar. Con una luna que lentamente va desapareciendo en el horizonte y hará que me suma en una negritud espolvoreada de estrellas.

Mañana, os explico el final de la historia ;)

Un saludo a todos! :)